Con la llegada del otoño, los días se acortan, las temperaturas comienzan a descender y el aire se vuelve más fresco y seco. Estos cambios no solo transforman el paisaje, también influyen directamente en la piel, que tras los excesos del verano —sol, calor y cloro— necesita adaptarse a una nueva estación.
En este artículo descubrirás cómo afecta el cambio de tiempo en tu piel durante el otoño y qué cuidados son esenciales para mantenerla hidratada, firme y luminosa.
Después de meses de exposición solar, la piel suele presentar:
Manchas y tono apagado.
Mayor sequedad por la pérdida de agua en la epidermis.
Aparición de arrugas finas o líneas de expresión más marcadas.
Textura áspera y falta de elasticidad.
El otoño es el momento perfecto para restaurar y revitalizar la piel, apostando por fórmulas que aporten hidratación profunda y nutrientes esenciales.
Con la llegada del frío y la bajada de la humedad ambiental, la piel tiende a deshidratarse y perder luminosidad. Entre los efectos más comunes se encuentran:
Tirantez y descamación, sobre todo en zonas sensibles.
Rojeces por los cambios bruscos de temperatura (interior-exterior).
Piel más frágil y sensible, con tendencia a irritaciones.
Necesidad de una mayor nutrición y protección frente al viento y el clima seco.
Por ello, en otoño es fundamental adaptar la rutina facial para devolverle vitalidad y preparar la piel de cara al invierno.
En esta época del año, conviene reforzar la rutina de belleza con estos pasos:
Limpieza suave para eliminar impurezas sin agredir la barrera cutánea, con el limpiador facial sólido 3 en 1.
Exfoliación ligera semanal, que ayude a renovar la piel y reducir el tono apagado.
Hidratación intensa, con cremas que aporten firmeza y elasticidad.
Protector solar diario, porque los rayos UVA siguen actuando en otoño.
Serum facial invisible SPF 50+
Para afrontar la transición al otoño, un aliado perfecto es la Crema Colágeno G-3, diseñada para el cuidado diario del rostro, cuello y escote.
Hidratación profunda y elasticidad: el colágeno vegetal mejora la capacidad de retención de agua, aportando firmeza.
Reparación y protección: la vitamina A (retinol) favorece la regeneración celular tras la exposición solar del verano.
Antioxidantes naturales: la vitamina E neutraliza los radicales libres, protegiendo frente al envejecimiento prematuro.
Nutrición completa: la vitamina C estimula la producción de colágeno natural, reduciendo líneas de expresión.
Cuidado extra con aceite de almendras ecológico: rico en Omega 3 y 6, aporta suavidad y nutrición intensa.
Además, su fórmula vegana y apta para todo tipo de pieles (incluso las más sensibles) la convierte en el producto ideal para mantener la piel hidratada, firme y radiante durante el otoño.
Además de incluir productos específicos en tu rutina, sigue estas recomendaciones para potenciar los resultados:
Bebe entre 1,5 y 2 litros de agua diarios para mantener la hidratación.
Incluye frutas y verduras ricas en vitamina C y antioxidantes.
Evita duchas con agua muy caliente, que resecan más la piel.
Incorpora mascarillas nutritivas semanales.
Descansa lo suficiente para favorecer la regeneración celular nocturna.
El otoño es una estación de transición que exige prestar más atención a la piel. Tras los excesos del verano y con la llegada del aire frío, la epidermis necesita hidratación, firmeza y reparación. Apostar por productos innovadores como la Crema Colágeno G-3 te ayudará a mantener un cutis más joven, elástico y luminoso durante toda la temporada.
¡Prepárate para el otoño y cuida tu piel con los mejores aliados cosméticos!